Quede claro que las ideas que voy a difundir no son producto original mío si no de sus respectivos autores (básicamente de la página de Joel ). Yo me he limitado a recopilarlas, y ahora, con permiso de sus autores, difundirlas ya que las considero muy acertadas, y un modelo a seguir a la hora de diseñar una interfaz de usuario.
En el momento actual Velneo sigue siendo una herramienta minoritaria usada básicamente por desarrolladores independientes y empresas desarrolladoras con plantillas bastante limitadas. Dentro de este entorno todos sabemos que no hay grandes recursos destinados al estudio de la usabilidad y accesibilidad de las aplicaciones desarrolladas, bastante hacemos con programar y vender nuestras soluciones.
En fin, que los que nos dedicamos a esto con Velneo solemos ser más programadores que diseñadores o expertos en interfaz de usuario.
No obstante existen una serie de requisitos mínimos o reglas básicas que todos podemos seguir para mejorar ese aspecto de nuestras aplicaciones.
Podríamos empezar teniendo en cuenta cinco puntos:
1.- Un usuario no utiliza tu aplicación.
Un usuario quiere hacer su trabajo de la forma más rápida, sencilla y eficiente, y la aplicación que usa no es más que una herramienta que le ayuda a logralo. Cuanto menos estorbe tu aplicación a su trabajo, mejor. A este nivel, no importa lo genial que sea tu interfaz, cuanto más simple y transparente, mejor.
2.- El tamaño y la posición importa.
Es más sencillo hacer click sobre un objeto cuando es más grande y está cercano al puntero del ratón. Los controles más usados deben ser más grandes y fácilmente reconocibles a simple vista. Nunca debemos colocar controles demasiado cercanos al borde de la pantalla.
3.- No molestar innecesariamente.
Debemos minimizar la distracción e interrupciones que nuestra aplicación presente al usuario. Cada aplicación presenta un elemento clave que debe reunir la atención del usuario; en un editor de textos es el texto, en un navegador web es la web, así que deberíamos hacer que el elemento clave sea el centro de atención del interfaz.
No debemos colocar barreras en el camino del usuario como ventanas de diálogo a no ser que estas presenten información realmente útil para él.
4.- Utilizar la potencia del ordenador.
Ya que ahora mismo disponemos de hardware más que sobrado para los requerimientos de cualquier software, debemos facilitar la experiencia del usuario exprimiendo al máximo los recursos de que disponemos. Podemos hacer que sea fácil distinguir entre elementos muy similares por ejemplo componiendo descripciones diferentes en vez de mostrar nombres o rutas demasiado largos, o podemos recordar las preferencias del usuario para que no tenga que repetir la misma operación n veces, cada vez que quiera hacer lo mismo (filtrado de listas por ejemplo).
5.- Diferenciar y localizar.
Los elementos en pantalla que hacen cosas diferentes deben ser fácilmente distinguibles unos de otros. No debemos abrumar al usuario con demasiadas opciones.
Un elemento seleccionado se debe distinguir y leer fácilmente, por ejemplo usando contraste entre el fondo y la selección.
Siguiendo estas sencillas directrices podemos hacer una interfaz de usuario que realmente ayude al usuario a realizar su trabajo en vez de confundirlo, distraerlo o abrumarlo.
Podemos ser excelsos programadores, haber cambiado el chip y haber captado la esencia de Velneo, pero si olvidamos al usuario fracasaremos.
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